Navidades en Venezuela: ¿Mito o realidad?

Sé que tengo mucho tiempo sin expresarme por acá, además, esto lo hago siempre por impulso, impulso de cualquier sentimiento, pero puede decirse que por este blog he escrito, de una manera más pasional que racional. El día de hoy será de la misma manera, pero realmente necesito que ustedes, mis fieles lectores, reflexionen un poco de algunas cosas que he visto por las redes sociales.

Comprendo que a veces, algunos de ustedes me ven como una persona hater por las publicaciones que comparto, o medio Grinch, porque ya me lo han dicho, y justo en este momento, quiero que te quites de la mente toda opinión sobre mi, que leas esto como si lo leyeras de cualquier persona anónima, así será más sencillo plantearse como verdaderas mis palabras sin ningún sesgo por delante.

Hablaré de las navidades en Venezuela, de como muchos se han quejado de la situación país y que, ciertamente, Maduro nos ha arruinado la vida, y con ello, nuestras tradiciones. Todo esto es completamente válido, pero es increíble las personas que hacen colas por ropa en las tiendas, por comida para las hallacas, como la gente todavía consume en exceso, porque el venezolano es consumista, así estemos pasando por una de las peores crisis de la historia.

Por mi parte, yo solo me he comido una hallaca y queríamos hacerlas, como siempre hacemos. Lamentablemente no se pudo, pero tenemos otras cosas, otra comida típica de la tradición y mi madre ha estado deprimida por no hacernos nuestras hallacas que tanto nos gustan. ¿Es justo eso? No, no lo es, pero, en un momento de reflexión, le dije que eso no me importaba, que ella estaba viva que sólo eso me bastaba para pasar una feliz navidad. Ella entendió, pero por dentro siente que las tradiciones son demasiado importantes para una persona, porque las costumbres, las experiencias son las que te hace parte de una cultura, cultura que ha sido destruida por un totalitarismo.

Ahora bien, mi llamado a ustedes es a reflexionar, porque hay demasiadas cosas que yo no tengo esta navidad, cosas que no son materiales, y que me hacen demasiada falta, cosas que muchos de ustedes tienen, que va más allá de lo económico, como una familia unida, por ejemplo. Esas cosas, hay que agradecerlas, porque no sabes cuánto te pueden durar, la alegría de nuestros primos al vernos, reunirte con tus seres queridos, así sea para hablar de las miserias de este gobierno, cosa que ahora nos tiene a todos más unidos que nunca. Entonces bien, somos ricos en muchos sentidos, comemos tres veces al día, tenemos agua (por más tonto que esto suene, es importante, ya que en otros países la gente muere de hambre, no tiene agua, etc) nosotros estamos sufriendo la peor de las crisis en la historia de Venezuela, pero a nivel mundial es una estupidez, comparado con las guerras en Siria, imaginen esas navidades de esos niños en un país en guerra, o en Grecia que también está bastante mal a nivel bélico... Es decir, nos quejamos de lo que no tenemos, porque es lo más sencillo que podemos hacer, pero no agradecemos lo que tenemos, no vemos otros panoramas, nos quedamos estancados en el aquí y en el ahora, y es por eso que estamos así en el país.

Ahora, todo eso puede cambiar, yo sé que podemos darnos cuenta de las cosas positivas, y sé que es difícil verlo en plena situación país, entiendo absolutamente todo eso, pero si cada uno de nosotros ve aunque sea algo positivo de las navidades, de la vida o del día a día, estoy segura de que nuestra mentalidad para hacer las cosas cambiará. OJO, no digo que se acostumbren, eso es lo peor que pueden hacer, pero traten de ver el lado bueno de todo, ya que así todo es como más bonito, ¿no? Es decir, al molestarnos no resolvemos nada, es mejor estar felices, no por la situación, sino por los mejores detalles de la vida, aquellos que son tan pequeñitos que no podemos ver, pero que están ahí y se sienten. ¿Criticar? todos lo hacemos, yo soy la primera criticona, pero pocos aportamos para resolver. Este 2017 los invito a aportar soluciones, a que los problemas no nos inundan, a poner en alto el ánimo, porque es lo único que nos queda.

Como me dijo una vez un profesor, parafraseo: No siempre vamos a estar así, esto no es para siempre, las personas surgen, no vamos a estar estancados toda la vida. Algún día vamos a estar en una cola y, cuando alguien se nos acerque para pedirnos una dirección, le vamos a decir: "En donde estaba el viejo Starbucks pana, ahí es". Sé que algunos lo verán como una estupidez o algo increíble, pero por verlo todo lejano es que no nos acercamos a aquello que más queremos.

Sin más nada qué agregar, espero que todos pasen una feliz navidad, con sus seres queridos, disfruten de lo poco o lo mucho que tengan y reflexionen antes de juzgar, antes de criticar, piensen en lo que tienen y agradezcan. Aquí las palabras de Migde, la abuelita regañona. Una galleta virtual para ustedes y muchas gracias por leerme. 

Feliz Navidad.

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