A veces, sólo a veces

A veces, sólo a veces, quisiera poder irme lejos, volar tan alto que nadie pueda alcanzarme, tan lejos que ni yo pueda encontrarme, solo para sentir lo que realmente soy, un alma libre encerrada en un cuerpo esclavo, esclavo de mi voluntad, de mis deseos.

Ya no soporto esta lucha, esa que va entre lo que quiero y lo que debo hacer. Por muy racional que seamos o intentemos ser, está eso que se llama amor, amor propio, que nunca debemos dejar atrás y eso implica muchas cosas, no sólo la que nos enseñan en el colegio, sino las que sienten que están mal y no dices nada por miedo a la censura.

Lo terrible de todo, es el tiempo, tiempo que se nos va intentando explicar cosas que ni siquiera podemos entender. El tiempo corre y nosotros vamos detrás, intentando detenerlo, hasta que llega a su fin, y con él, nos vamos nosotros, sin haber hecho más que perseguirlo para que no siguiera, para que no terminara. Y al final, terminamos consumiéndonos en eso, pensamos las cosas que queremos hacer y eso no nos permite hacerlas, no nos permite disfrutar. Es como el que come sin saborear, el que ama sin sentir.

A veces, sólo a veces, me siento una máquina de responsabilidades, que todo en mi vida se resume en lo que debo hacer, en hacer lo correcto, en no fallar, y cuando lo hago, nadie ve el intento, solo la falla. Y eso no solo pasa conmigo, pasa con todos, porque es más sencillo ver las cosas malas que las buenas. Haz algo bien 5 veces, si fallas en la 6ta, esa es la única que van a ver en tu vida.

Quisiera volar alto, tan alto que ni tú me puedas ver.

Saludos, Migde 

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